La cirugía se debe realizar cuando el desarrollo de las mismas ha finalizado, generalmente a partir de los 15-16 años de edad. En algunas ocasiones puede ocasionar trastornos sociales a los niños y por ello se puede realizar en estos casos a edades más tempranas.
Se realiza una incisión por detrás de la oreja, dejando una cicatriz discreta prácticamente invisible. A partir de esta incisión, se remodela el cartílago de la oreja, mejorando la forma y posición de la misma.
Dependiendo de la edad del paciente a tratar, la cirugía de orejas se puede realizar bajo anestesia general o local y suele tardar de 45 minutos a una hora.
Los lóbulos de las orejas pueden sufrir desgarros debido a accidentes con los pendientes o incluso deformarse y alargarse debido al uso de pendientes grandes durante años. La corrección del lóbulo rasgado y la reducción de tamaño del mismo son los procedimientos quirúrgicos de elección para estos casos.