
Existen diversas alternativas para
reconstruir una mama.
Cada técnica tiene sus indicaciones. La elección dependerá de muchos factores, como el estado de salud de la paciente, el estilo de vida, la forma y tamaño de la mama, el tipo y calidad de piel y la necesidad de completar otros tratamientos oncológicos, dependiendo de las características propias de la biología tumoral. Se puede optar por la reconstrucción con prótesis o con tejidos de su propio cuerpo, como piel, grasa y músculo, o bien la combinación de ambos lo que denominamos reconstrucción híbrida.
Sin duda, el mayor avance de la reconstrucción mamaria consiste en ofrecer una reconstrucción de calidad adaptada a las necesidades reales de cada paciente teniendo en cuenta su condición particular.
El avance de la cirugía oncológica ha permitido que cada vez sea más frecuente poder conservar la piel, la areola y el pezón en casos seleccionados cuando realizamos una mastectomía, lo que ha favorecido la posibilidad de mejorar los resultados estéticos de la reconstrucción.
Por todo ello, ha surgido el concepto de la Reconstrucción Mamaria Estética (Aesthetic Breast Reconstruction) cuya filosofía es ofrecer un resultado estético lo más natural posible consiguiendo en muchos casos que el resultado se asemeje a una cirugía estética en vez de una cirugía reparadora. Para favorecer dicha naturalidad podemos utilizar la propia grasa del paciente asociada a implantes de 6ª generación más biocompatibles que los utilizados hasta el momento, lo que reduce el rechazo, las complicaciones postoperatorias y la posibilidad de inflamación patogénica. Además, hemos podido ver cómo se reduce en gran medida el dolor postoperatorio en el paciente.

Reconstrucción con prótesis
De la misma manera que cada mujer es única, existe una gran variedad de implantes para adaptarse a cada mujer. Se diferencian en función del tamaño, forma, textura y composición. Por ello es fundamental que el cirujano plástico realice una buena planificación para escoger la prótesis ideal.
Existe una amplia gama de prótesis mamarias. Principalmente las diferenciaremos por su forma (redondas y anatómicas), su textura (lisas o rugosas) y por su contenido (solución salina o gel de silicona).
La reconstrucción con implantes de mama es un proceso dinámico que implica una planificación individualizada con su cirujano plástico.
La elección de los implantes se realiza teniendo en cuenta, la altura, el peso y la anchura del tórax para conseguir una forma y tamaño proporcionada al cuerpo de la mujer.
En algunos casos es necesario distender la piel con un expansor para alcanzar un volumen adecuado. Durante varias semanas, se irá inyectando suero salino a través de una válvula dispuesta para ello, de tal modo que por distensión y expansión se consigue un volumen similar a como era la mama. Unos meses después de haber finalizado la expansión se sustituye el expansor por una prótesis mamaria consiguiendo una forma más natural y un tacto más blando.

Reconstrucción autóloga
La reconstrucción autóloga utiliza el tejido de la propia paciente para crear la nueva mama. Podremos utilizar: piel, tejido adiposo y músculo de diferentes partes del cuerpo dependiendo de la constitución de la paciente. Estos procedimientos están particularmente indicados cuando existen alteraciones en la piel torácica, como sucede en algunas pacientes sometidas a radioterapia. La mama reconstruida aumentará o disminuirá de volumen, dependiendo de la ganancia o pérdida de peso.
Una ventaja de estos procedimientos es que en la mayoría de los casos evitamos la utilización de tejido externo o artificial y conseguimos un resultado natural y estable en el tiempo.
Existen diferentes tipos de reconstrucción autóloga
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Reconstrucción híbrida
La reconstrucción híbrida mejora notablemente los resultados finales de la reconstrucción de mama. Es una combinación entre la reconstrucción con prótesis y la autóloga utilizando la grasa del propio paciente (lipofilling).
La grasa se obtiene a través de la liposucción (se puede obtener de los muslos, del abdomen, o de la cara interna de las rodillas) y se utiliza sobre la mama para mejorar la forma y calidad de la piel mejorando de este modo la reconstrucción mamaria.
A menudo se realiza bajo anestesia local y sedación y de forma ambulatoria, sin necesidad de hospitalización. Hay que tener en cuenta que puede ser necesario realizar más de una sesión para obtener un resultado óptimo.
Indicaciones para este tipo de cirugía:
- Antes de la reconstrucción con prótesis, el cirujano puede utilizar grasa en el sitio de la mastectomía para aumentar el espesor del tejido y mejorar así la calidad de la reconstrucción posterior. En pacientes que han recibido radioterapia, los injertos de grasa mejoran el color y la calidad de la piel.
- Durante la reconstrucción con prótesis, el lipofilling es un complemento fundamental para mejorar la forma de la mama y la calidad de la piel.
- Después de la reconstrucción con prótesis, el relleno graso ayudará a corregir pequeñas irregularidades de la mama reconstruida, aportando tejido blando que recubre el implante con el fin de lograr un resultado más natural.

Reconstrucción secundaria
El paso del tiempo puede ocasionar cambios en su cuerpo y afectar a su reconstrucción, cambiando la forma y posición de la mama. Llamamos reconstrucción secundaria cuando realizamos una intervención para finalizar o mejorar el resultado de una reconstrucción realizada anteriormente.
En determinadas ocasiones, la forma de la mama reconstruida puede cambiar por el paso del tiempo o por el efecto de la radioterapia.
La cirugía secundaria tras la reconstrucción de mama es un reto al que nos enfrentamos, que nos permite mejorar la calidad de vida de muchas mujeres y por ello nos sentimos orgullosos.

Reconstrucción de la areola y pezón
Una vez conseguido el volumen y la forma deseada de la mama, se realiza la reconstrucción del complejo areola y pezón (CAP). Tan importante es la forma y el volumen conseguido, como el aspecto general y la simetría del tórax del paciente. En espera de realizar la reconstrucción del pezón y areola, se puede utilizar una prótesis externa de areola y pezón, estando disponible en diversos tamaños, color y proyección del pezón para conseguir mayor naturalidad.
Podemos reconstruir el CAP mediante diversas técnicas quirúrgicas o bien realizar un tatuaje o micropigmentación en 3D.
La cirugía se realiza generalmente con anestesia local, dura aproximadamente 1 hora y el postoperatorio es sencillo y sin dolor. El pezón reconstruido no tendrá la sensación erógena, ni reaccionará con el estímulo del tacto o del frío, pero su creación conseguirá el toque final que aportará naturalidad a la reconstrucción mamaria.
La reconstrucción de la areola se realiza utilizando un injerto de piel de otra zona del cuerpo (generalmente la ingle, donde la piel es más oscura), dejando una mínima cicatriz que pasa desapercibida o bien podemos tatuar la areola. La reconstrucción de la areola y el pezón mediante el tatuaje (micropigmentación) en 3D consigue el efecto de tridimensionalidad. El tatuaje tiene la ventaja de que se realiza sin necesidad de pasar por el quirófano y basta aplicar una crema anestésica para no sentir molestias durante el procedimiento.
Estética Oncológica
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