

Los implantes mamarios no son para siempre.
Su vida útil puede variar en función de la persona y no cuentan con un tiempo establecido, por lo que las mujeres con prótesis, podrían tener que someterse a una cirugía para su recambio o retirada con el paso de los años. Por ello, es muy importante que realicen controles rutinarios de mama, con mamografía, ecografía y/o resonancia magnética, para conocer su estado.
Enfocándonos en la cirugía de retirada de prótesis mamarias, es importante destacar que es una intervención a la que las mujeres deciden someterse por motivos muy variados y que realizamos cuando desean retirar los implantes mamarios de manera definitiva. Cada caso es único, y es fundamental llevar a cabo un análisis personalizado para encontrar la mejor solución acorde a las necesidades individuales de cada paciente.
En algunos casos, una mujer puede optar por un explante de prótesis mamarias tras recibir un diagnóstico de ruptura. Esto puede provocar cambios en la forma del pecho; sin embargo, la mayoría de las rupturas son asintomáticas. Por esta razón, es fundamental realizar un seguimiento con ecografías anuales.
Por otra parte, hay mujeres que desean retirarse las prótesis mamarias porque les hacen sentirse molestas, ya no se sienten cómodas con ellas o nunca lo han hecho. Algunas de ellas pueden percibir los implantes como un cuerpo extraño y no sentirlos como propios.

En ciertos casos, el organismo crea una envoltura dura alrededor de la prótesis.
Habitualmente esta cápsula generada es blanda y no se nota, pero en algunas pacientes la cápsula se hace más gruesa y firme y puede llegar a deformar la prótesis y provocar dolor. Esta respuesta del cuerpo es conocida como contractura capsular y se clasifica en cuatro grados, de 1 a 4 según la gravedad.
También pueden formar calcificaciones en la cápsula que forma el propio organismo alrededor del implante. Este hallazgo, poco frecuente, habitualmente es consecuencia de una contractura capsular.
En los implantes rellenos de gel de silicona antiguos de cuarta generación podría producirse una migración de partículas de gel, mínima pero detectable, a través de la barrera que supone la envoltura del implante. Cabe señalar que este “exudado” de gel no se suele producir con las prótesis actuales de sexta generación.
No podemos pasar por alto el Síndrome ASIA (síndrome autoinmune/autoinflamatorio inducido por adyuvantes) o enfermedad del implante mamario. Actualmente no existe una evidencia científica clara de que sus síntomas sean causados por las prótesis mamarias. No obstante, se desaconseja la implantación de prótesis de mama en mujeres con enfermedades autoinmunes/reumáticas conocidas y activas.
El Síndrome ASIA está vinculado a síntomas muy diversos que incluyen dolores musculares y/o articulares, fatiga crónica, alteraciones del sueño, manifestaciones cutáneas (urticaria, eccema, edema), manifestaciones neurológicas (pérdida de memoria, debilidad, falta de concentración), manifestaciones digestivas (síndrome del intestino irritable), etc.
Preguntas frecuentes:
La mayoría de las mujeres desconoce que es factible realizar una retirada de los implantes manteniendo un pecho natural. Actualmente, es posible retirar los implantes (explantación) a pesar de tenerlos desde hace años. Existen diferentes técnicas de reconstrucción para recuperar la forma de la mama sin la necesidad de llevar implantes y en la mayoría de los casos, se puede obtener una forma natural y adecuada del pecho tras la explantación.
La cirugía de explante mamario, en la que se retiran las prótesis, requiere anestesia general y su duración es de entre una hora y media a dos horas. Tras ella, es necesario un día de hospitalización.
El tiempo de recuperación, una vez recibida el alta, varía en función de cada caso. En la mayor parte de las mujeres oscila entre 15 y 20 días. Pasados unos días de la intervención, es recomendable realizar algunas sesiones de fisioterapia con drenaje linfático manual para favorecer la rápida recuperación. Tu cirujano te indicará el momento oportuno para comenzar.
Tras la cirugía, puedes sentir dolor habitualmente leve a nivel local en la región mamaria que se soluciona mediante la toma de analgésicos que su médico le pautará.
Es normal que se produzca cierto edema (hinchazón) y cambios de coloración en la piel de la zona. Las molestias suelen desaparecer en unos días o semanas, dependiendo de cada caso. La forma de la mama que verá tras la intervención no será la definitiva, ya que va cambiando y adaptándose pasando un periodo de la operación.
Al tratarse de un procedimiento quirúrgico, antes de someterse a él, debes ser informada por el cirujano y conocer todos los detalles sobre la cirugía.
Existen tres formas diferentes de realizar la retirada de implantes mamarios y será el cirujano el encargado de estudiar cada caso y elegir la opción que mejor se adapte a las características de la paciente.
Retirada en bloque. Siempre que se colocan unos implantes, el cuerpo genera una barrera de protección creando una cápsula de protección alrededor de los mismos, es lo que llamamos “cápsula periprotésica”. La retirada de implantes en bloque significa que la prótesis y el tejido que está alrededor se retiran juntos sin abrir la cápsula. Es importante realizar una explantación en bloque siempre que exista malignidad, sospecha de ruptura o contaminación de los mismos. Este procedimiento no es sencillo, especialmente en el momento de separar la cápsula de la pared torácica cuando los implantes están debajo del músculo, ya que tiende a adherirse a las cotillas y los músculos, por lo que requiere de un cirujano especializado. La paciente debe ser informado de los riesgos de este procedimiento y de que no siempre es viable realizarlo.
Capsulectomía total. Consiste en llevar a cabo una extracción completa de la cápsula que se ha creado y que envuelve el implante.
Reconstrucción mamaria tras la retirada de implantes. Las mujeres jóvenes con implantes no muy grandes con buena calidad de la piel, areola y pezón y en posición adecuada, no requerirán reconstruir la mama en la mayoría de los casos tras una explantación. Solo algunas pacientes necesitarán una reconstrucción de la mama en el momento del explante debido a la falta de volumen tras la retirada. En algunos casos utilizaremos el propio tejido mamario o grasa autóloga de otras zonas del cuerpo para reconstruir su forma.
Previamente a la intervención, se te realizará un estudio preoperatorio que comprende: una analítica con coagulación, una radiografía de tórax y un electrocardiograma. También es imprescindible llevar a cabo un estudio de mama antes de someterse a una intervención para conocer la estructura mamaria y descartar cualquier patología, así como valorar el estado de los implantes
También es importante que:
- Te abstengas, al menos 15 días antes de la operación, de tomar preparados que contengan ácido acetilsalicílico o salicilatos, antiinflamatorios o preparados que contengan vitamina E, ya que pueden favorecer el sangrado quirúrgico y la formación de hematomas (acúmulos de sangre) en el postoperatorio. Asimismo, deberás evitar productos e infusiones de herboristería si no te has informado adecuadamente de los eventuales efectos de estas sustancias sobre la coagulación.
- Informa sobre cualquier medicación que estés tomando.
- Se recomienda no fumar o reducir el hábito al mínimo durante los 30 días previos a la intervención, siendo lo ideal dejar de fumar.
- Guarda ayuno absoluto el día de la intervención de, al menos, ocho horas, en caso de que vaya a ser operada con anestesia general o bajo anestesia local con sedación.
- El día de la intervención no debes aplicarte lociones o cremas de belleza facial ni corporal, maquillaje, lápiz de labios y ojos, laca de uñas, etc.
Las mujeres con implantes mamarios pueden realizarse los controles de sus mamas al igual que el resto de mujeres mediante ecografías y mamografías. Cuando se realicen una mamografía deben avisar que tienen prótesis para que puedan realizarla correctamente mediante lo que denominamos “Maniobra de Eklund”. La ecografía puede ser útil para valorar la integridad de los implantes, pero la prueba por excelencia para determinar su estado es la resonancia magnética.
La ruptura de la prótesis tiene lugar cuando hay una fuga en la cubierta externa del implante. En la mayoría de los casos la rotura o deterioro de las prótesis mamarias es asintomática, por lo que resulta imprescindible la revisión de las mismas de forma rutinaria. Tras una cirugía debe acudirse a revisiones anuales. Asimismo, las mujeres, a partir de los 40 años, deben realizarse revisiones rutinarias de mama y, en caso de ser portadoras de prótesis, avisar también a los médicos.
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