El Sistema DigniCap, utilizado en nuestro centro, se basa en una unidad de refrigeración y control, un gorro de silicona y un gorro de neopreno adaptado. Desde ella, se envía un líquido refrigerante a los conductos del gorro, garantizando así una circulación permanente. Además, durante su utilización queda patente un registro de la temperatura empleada en todo el cuero cabelludo y, a diferencia de otros sistemas similares, los sensores patentados aseguran que se mantenga el frío adecuado durante todo el tratamiento. Sus efectos secundarios son muy leves.
Debemos tener en cuenta que el cabello de un paciente puede ser una parte importante de su identidad, por lo que su caída puede generar un fuerte impacto emocional. Asimismo, mantenerlo durante el proceso oncológico aumenta la sensación de privacidad y control durante el tratamiento, ya que será el paciente y no su aspecto físico quien decida con quién compartir su enfermedad, aumentando con ello su calidad de vida.