– Evaluación del riesgo cardiovascular, función respiratoria, función gastrointestinal, función renal y hepática.
– Evaluación de alteraciones osteoarticulares y de hábitos de vida y dietéticos.
– Pruebas bioquímicas en sangre y orina para evaluar parámetros de estrés oxidativo.
– Análisis de perfil de ácidos grasos, estudio genético, estudio inmunológico.
– Ecografía urológica en hombres para valorar la próstata, riñones y vejiga.
– Ecografía ginecólógica en la mujer, donde se valora el útero y los anejos, además de riñones y vejiga.